lunes, 18 de abril de 2011

Todo flota

Reaccioné justo a tiempo. Marta asomaba la cabeza por una de las mangas de mi suéter azul. Le dí un coscorrón y se volvió a esconder. No le gustó nada. La muy guacha asomaba su dedo medio en señal de "fuck you". Acerqué el brazo hasta mi boca y la mordí. Angélica iba y venía. Ponía el mantel, los vasos, los cubiertos. Me sonreía. Incómodo le devolvía la sonrisa. Sabrina hacía cosquillas por toda mi espalda. Para disimular, estiraba mis brazos, bostezaba y me apoyaba fuertemente sobre el respaldo de la silla. En voz baja intenté cagarla a pedos. No pude. Mi esposa, volvía a aparecer con el malbec que tanto me gustaba. Transpiraba tanto que, agarré uno de los dedos de Marta y me sequé la frente. Juli me estaba bajando el cierre del pantalón. ¡Quería salir por ahí! ¡Si, por ahí abajo! Mientras movía mis piernas de manera desordenada, agarré el tenedor, intenté clavárselo, Marta le salvó la vida, asomó uno de sus brazos por la manga derecha y me dobló la muñeca. Los pasos de Angélica se oían cada vez mas cerca. Sabrina mordió mi omóplato. Le grité a mi esposa que no viniera. "Quedate ahí, tengo una sorpresa". Me paré como pude y logré dar dos o tres pasos. Nadia y Carolina salieron por las botamangas. Torpemente me estrellé contra la ventana y caímos. El impacto en el agua fue muy doloroso. La espalda me ardía. Lo mas desalentador fue, ver a Angélica mirándonos desde arriba. Y las chicas, flotaban en la piscina.


                                                                                                     Moe

sábado, 16 de abril de 2011

Medio vacío

Salí del colegio a las corridas, levanté la mano y subí al colectivo. Mostré el carnet, puse las monedas en la máquina, agarré el boleto y me sorprendió un problema. Estaba vacío. Dudé varios instantes. Amagué a sentarme sobre los primeros asientos hasta que escuché el quejido del bondi. Parada. Subían un grupo de viejos. Zona de prioridad... Desechada. Toqué mi barbilla. Advertí que crecía pelo. Giré mi cabeza hacia la derecha, un olor llamaba mi atención. Desagradable por cierto. Eran los rayos del sol penetrando los vidrios, éstos parecían tener un efecto devastador sobre los asientos. La cuerina sufría. Toda la hilera de asientos simples se hallaba inhabilitada. ¡Pero la puta, no podes frenar así!. Me doblé el tobillo. Estos coches nuevos, con caja automática, demuestran lo mal que conducen. No soportaba el dolor ni el calor. Antes de apoyar el traste en la última fila de asientos doble, atiné a correr la ventanilla. Se encontraba trabada. Respiré hondo, intenté levantarme, no tenía mas opción que sentarme al final. Una molestia en el huesito dulce se sumó a mi vida. El esfuerzo pudo mas. Me volví a levantar, apoyé una de mis manos sobre el caño y la otra sobre la cintura. "¿Señor baja?". "No, querido". ¿De donde salió este niño? ¿y los viejos? ¿el chofer no era rubio? ¿en donde me tenía que bajar?. La fila del fondo estaba toda ocupada. "¡Señor, se olvida el bastón!". Sonreí con la boca cerrada. Toqué timbre y le pedí al chofer que me acercara hasta el cordón. ¡Al fin tierra!. Sentí un mareo, me acerqué al primer local que encontré y pedí por favor que me trajeran un vaso de agua. ¿Y saben qué?. Me lo dieron medio vacío.


                                                                        Moe.

Cuentos que...

La luz que irradiaba su sonrisa... Inolvidable.
Todos los 25 de diciembre visitábamos el hospital de niños. Galletitas, juguetes y ropa para iluminar sus rostros. Un niño con dos mangueritas en su cara, compartía con nosotros su felicidad. Antes de seguir camino, Julián se acercó y me dijo: "¿Vas a venir el año que viene?" Su madre no logró contenerse y se echó a llorar. Lágrimas transformadas en perlas. Caían sin cesar. Me agaché hasta quedar a la altura del nene, asentí con mi cabeza mientras lo abrazaba. Al papá solo le entendí un "gracias". Me estaba contando que yo era su último regalo. Su última navidad.


                                                                                                       ...sangran de uno mismo.