sábado, 16 de abril de 2011

Cuentos que...

La luz que irradiaba su sonrisa... Inolvidable.
Todos los 25 de diciembre visitábamos el hospital de niños. Galletitas, juguetes y ropa para iluminar sus rostros. Un niño con dos mangueritas en su cara, compartía con nosotros su felicidad. Antes de seguir camino, Julián se acercó y me dijo: "¿Vas a venir el año que viene?" Su madre no logró contenerse y se echó a llorar. Lágrimas transformadas en perlas. Caían sin cesar. Me agaché hasta quedar a la altura del nene, asentí con mi cabeza mientras lo abrazaba. Al papá solo le entendí un "gracias". Me estaba contando que yo era su último regalo. Su última navidad.


                                                                                                       ...sangran de uno mismo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario